martes, 6 de agosto de 2013

Es esta, la aparición de un encuentro inesperado.

Entre los pergaminos encontrados, bajo un gran candado, halle la magia de una búsqueda.
Donde atraviesa cada constancia y quemando cada recuerdo, solo se ve y siente lo que se vive.
Estrechando mi mano, solo contagio lo vano.
Suspiro sonrisas imaginarias recortando tu mirada y sufrir entre tu ventana y mi puerta.
Que al tocarla, rompes un muro vacío, o solo lleno de nada.
Y entre esta visión confusa y este aliento inesperado, he bajado la voz que se ha sumergido en llanto. He acordado con la vida e hicimos un pacto: Prometo no prometerte lo que no pueda cumplir.
Yo solo te miro en el vacío y suspiro tu aliento que ha partido.
Mi alma ha llorado conmigo y teniéndote entre mis brazos ha sido un socorro tu espíritu sombrío.

lunes, 8 de julio de 2013

Acariciando la vida.



¿Cuantas son las veces que hemos embarrado nuestras manos? 

Han sido mucho los días que sostengo un nudo en la garganta, al ver entre tantas, estas miradas.
Y son pocas las respuestas que obtengo, al solo cuestionar, esta vida en si. Es una sola paradoja, la que en el silencio me lleva. Entre un cuarto oscuro, y el sol entre las rejas, los restos de un niño en el balcón, custodiado, abrumado.
¿En algún momento, hemos pensado en el porvenir de la muerte inesperada? 
Esta idea, descabellada, de entre tantas, es la que nos infunde al siguiente paso... El amor.
El amor, el único y profundo momento que encontramos entre un ser que ha pasado a desencadenar nuestra turbia melancolía, tan solo una bella y sensata sonrisa.
Muchas son las cosas que hemos de pasar en la vida, muchas son las cosas que hemos de tener en la vida, y muchas son las cosas que no nos quedaran en esta vida. 

Ya dejemos esta pintura, este camuflaje, este antifaz. 
Hemos sido manejados, hemos sido manipulados, el tiempo de liberar nuestra alma llego.
Siempre queda en nuestra mirada, la magia, entre espiga y espiga saltamos al abismo, solemos dejar entre espacios indeterminados, nuestros momentos de eterna felicidad.
Un eterno respiro, profundo, que aclara nuestra visión nocturna. 
Serán muchas las montañas que hemos de trazar en la vida, y que de malo en escalarla de vez en cuando...
Las voces ocultas, gritan en mi alma, la apatía y soledad, son ahora una bella felicidad.






sábado, 6 de julio de 2013

Entre tu mirada y mis ojos.

El sombrío relato de una mente sin recuerdo.
 Aislada en una sombra llena de pasado,
 no solo contemplo su misterio, que al introducirme en cada nostalgia, veo el túnel y todo se aclara.
No veo nada, tan solo un difuso reflejo , espejismo de un espejo.
Me falta una noble aparición de un corazón libre.
contraigo cada caricia del viento, el agua transita mi fría piel.
El sol seca el sentimiento nublado.
Cada momento respiro tu recuerdo y la nostalgia ocupa mi mente.

No soporto el silencio, ese que emite mi corazón.
Me miras, y sosiegas mi torpe caminado.
Me miras, y se nubla mi gran aliento de existencia pura.

Te siento lejos, te siento en otra parte.



jueves, 4 de julio de 2013

En aquella mirada...

Eramos unos locos caminando de la mano, donde vi por un rato tu larga melancolía.
Visitando, revisando cada obstáculo, donde me permites divagar en tu mirada. 
Han sido  varios los momentos, que sentí libertad, perdida caminando por la vía, sin transeúntes, despejado, brillando el sol...  Se ha desperdiciado el amor que me quedaba en la mano. 
Sospecho que cada día, en mi camino, suman las ideas de una turbia apatía.

Este detonante de pura anomalía, no me permite ver lo que en la vida, me ha llenado de alegría.
Y es este el momento al que dedico tiempo, con fervor y pasión, el respiro continuo, el palpito mágico del cual emana mis manos.
Es extraño y tímido mi sentido reflejo al esconderme entre la sombra. Corro a media noche, y perdida en la neblina, aparece esa voz, turbia y perdida. Llamando a ese pedazo  de recuerdo, y yo diciendo: es la hora de marchar, vete por donde viniste, pasado insensato, mucho has dejado, ahora lo que queda, es tu vuelta al pasado.

lunes, 1 de julio de 2013

Lo que no sentimos.

Hace mucho, he dejado de sentir, lo que llamamos, una caricia entre mis manos.
En medio de la vida, nos perdemos en la breve sensación de una mágica atracción, y repito entre mi  mente, que al verte, me duele no tenerte.

Ya no hay nada entre mi alma, se ha quedado vacía, solo escucho el viento en mi sueños...

La dulce mañana de la ira, ha salido por la rendija. Adiós sentir de la vida.