El viento sopla atardeceres lejanos, trayendo con el esa mirada caída en el abismo.
Recorrí tu cuerpo como si fuera una ruta interminable, trace lineas imaginarias en el cielo con tu nombre, y recordé que era imaginario.
Al cruzar el puente, mencionaste un nombre, y vino un mago, la escena era bizarra, yo solo mantenía mi vista en tus ojos, en tu risa y en tus palabras.
Hace tiempo que debía un par de palabras en tu nombre, mientras no seas vos la razón de mi soledad, todo en orden esta.
Estas noches que vienen, son estrellas fugaces, silencios que a meritan ser callados, y aquellos momentos deben ser congelados.
Varios días estuve en la lucha constante de no pensarte mas, en ausencias largas venias sin dejar mas huellas, y como un poste me quede, inmortal.
Mientras mas agua tenga mi alma, amare, haciendo tributo la alegre mañana que viene con cada despertar.
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